Entrevista a Pichi y Johny

Entrevista a trabajadores de FP en lucha

Gigi: Primero si pueden empezar por un desarrollo del conflicto, cómo arrancó todo, empezaron ustedes, tanto a querer afiliarse, cómo empezó todo.

Pichi: A mí primero se afiliaron mis hermanas, Fernanda, una de las primeras que fue despedida. Yo con las chicas estuve desde el primer momento. Yo me había enterado que estaban afiliadas, pero como estaba en la parte administrativa, dije “bueno, se afilian todos, y una vez que termina el conflicto yo me afilio”. Sabía que de administración no querían que se afiliara ninguno.

Ellos se afiliaron el 24 al sindicato, y el 28 fueron despedidos… 19 personas, diciendo que no había trabajo, cuando trabajaban de lunes a lunes. Así que bueno, de este conflicto se decidió hacer asambleas, de donde se decidió tomar el playón, una parte. Ahí el ministerio dio una conciliación, y cuando entraron todos, los empezaron a tratar mal, prepotearlos, no dejarlos acercarse a los otros compañeros.

El 7 de mayo fue la conciliación, y después terminó el 1° de junio, cuando la patronal hizo el lock out, porque fue cuando no se presentó a trabajar ninguno. Ahí fue cuando decidimos tomar todo el playón. Ahí fue cuando despidieron a la segunda tanda, siete chicos, de los cuales una se estaba operando, y una fui yo. La causa mía es romper el portón y no dejar pasar a mis compañeros.

Y ahí fue un suplicio, dos días ahí metidos, llegó la policía, nos reprimió, nos sacó a las 5 de la mañana, a todos, con más de cien efectivos.

Después decidimos tomar de vuelta, pero del lado de afuera del playón, y no dejar pasar ni camiones ni gente. De vuelta fuimos reprimidos, pero más violentamente por la policía, y ahí fueron detenidos diez personas, siete compañeros de nosotros, una mujer, golpeados, lastimados.

Y el sindicato mucho no había hecho en ese momento, hasta que decidimos apretarlos un poco, porque si no no…

Y ahora seguimos afuera, esperando que el sindicato, el ministerio den una orden y entremos todos de vuelta.

G: Y vos Johny cómo fue tu caso. Pichi estaba en administración… cómo te llegó todo eso.

Johny: En mi caso fue cuando entré, estaba empezando a pensar todo para organizarse, inicialmente, por un tema que los más nuevos empezamos a decir basta. Los más nuevos somos de los últimos tres años (de los que quedamos afiliados, porque hay nuevos que quedaron desafiliados, por miedo a nuevas represiones de la patronal).

La afiliación al sindicato fue por recategorización, porque estábamos todos mal categorizados, hacíamos tareas que no nos correspondían por la categoría que teníamos, y si la hacíamos, la hacíamos hasta reventarnos. También por el atropello, por el manoseo al que te sometían los encargados. Esos eran los dos puntos básicos.

Fuimos convenciendo a los compañeros, empezamos siendo 10 y terminamos siendo 38, de 70 que eramos en planta. Cuando nos afiliamos, nos trajeron la carta para que nos autoricen la afiliación, trajeron la lista de quienes se querían afiliar (una entrega total). Y de esa lista, a los tres, cuatro días, fueron despedidos los primeros 19. Ante eso decidimos en Asamblea tomar el playón, una parte, sin impedir nada. La fábrica seguía funcionando normalmente con nuestras carpas en el estacionamiento. Ahí estuvimos creo que cuatro días, que duró la conciliación, fueron quince días hábiles, nos seguían persiguiendo, creo que con más ganas, con más odio, persecución… nos mandaban a hacer tareas que no corresponden, a otros sectores.

Dos días antes de terminar la conciliación hacen el lock out. Ahí ante eso decidimos tomar otra medida de fuerza, que fue la toma total del estacionamiento, más que nada….

P: impedir la entrada y salida de gente y caminoes, y ante el posible vaciamiento de los patrones, de llevarse las máquinas, que era lo que no queríamos.

J: Cuando vamos a hacer lo del estacionamiento, a los pocos días vino la segunda tanda de despidos, entre ellos, como dijo Pichi, chicos que se habían operado dos días antes, que no estaban… tomaron denuncias penales, por portación de armas, denunciaron que apretamos a compañeros, que quisieron venir a trabajar y nosotros los quisimos apretar, y encima les golpeamos, y encima estaban todos avisados. O sea, los que fuimos eramos los que estaban despedidos ese lunes, y los que estaban en la conciliación y los que no estábamos despedidos, pero que nos habíamos sumado a la lucha. Después, todo el carneraje, estaban todos enterados. Asi que, el apriete no sé a quien fue.

Ahí quedabamos diez compañeros que no fuimos despedidos, que seguíamos acampando con ellos. Creo que duró una semana el acampe, hasta que dictaron la orden de desalojo. Vinieron a desalojar un sábado a las 5 de la mañana, con infantería, un grupo especial de operaciones (GEO). Bueno ese, dentro de todo, fue un desalojo pasivo digamos, justo habían quedado de la rotación cinco compañeros nada más. Los equipajes sí, los revolearon por la calle. Ante eso decidimos acampar en la vereda, desde un sábado a la mañana hasta el martes. El martes, con la misma orden de desalojo vinieron a desalojarnos de la vereda. Decían que teníamos que permitir el ingreso y egreso, y el normal funcionamiento de la mercadería, y para eso teníamos que salir de la vereda. Nosotros hicimos una cadena humana contra el portón, y ahí empezó la represión. Esta sí fue bastante violenta, hubo disparos, golpes a mujeres, a neustros compañeros los dejaron heridos, hubo golpes en la cabeza, ni siquiera con el caño del rifle, con la culata. Y encima en esta represión hubo diez detenidos, siete compañeros, y tres de movimientos que vienen a apoyarnos.

Esto fue un martes, al miércoles los que no habíamos sido despedidos empezamos a recibir telegramas, que nos instaba a que fueramos a trabajar, que íbamos a ser despedidos por abandono de trabajo.

Después de varios días, telegrama va, telegrama viene, los que no estábamos despedidos decidimos entrar, para tratar de seguir la lucha desde adentro, cosa que está bastante difícil, porque nos cuesta… Ahora hace dos semanas que estoy trabajando, y los compañeros de adentro tienen una postura pro patronal. Con todo lo que les pasó (que no les depositen quincenas, que les hagan trabajar en otras áreas), todo lo atribuían a los “los que están afuera”. Eso les generó un odio hacia nosotros. Igual no quita que nosotros sutilmente tratamos de entablar una charla, para hacerles ver, aunque hagan oídos sordos, la postura de los compañeros de afuera, de qué se trata la lucha, por qué estamos luchando, y porque los que no estamos despedidos estamos luchando.

G: ¿cómo se fueron cubriendo los no despedidos en no ir a laburar todo el tiempo en que los intimaron a ir a trabajar?

P: Con cartas documento. Los telegramas que ellos recibían los contestaban por medio de un abogado…

Jhony: Ellos te enviaban un telegrama diciendo que hacíamos abandono de trabajo, y nosotros contestábamos negando eso, y alegando que lo hacíamos por huelga, por estado de asamblea permanente, y por cuidar nuestra integridad física.

P: o por miedo a la policía, o por miedo a lo que te podía pasar ahí adentro.

J: Cuidando nuestra integridad física. Después de la segunda represión, la empresa quedó vallada, con cinco o seis patrulleros por día, vallado a cuarenta metros de la empresa. Por eso la carpa ahora está casi en la esquina.

Cada carta la fuimos contestando con eso, cubriéndonos con la asamblea permanente, cuidando nuestra seguridad, que no era un ambiente para trabajar normalmente. Y así era, ellos nos contradecían, nosotros a ellos, hasta que llego un punto en que nos intimaron mucho, y los seis, siete compañeros que no estamos despedidos, cuatro, cinco, entre los que me incluyo, optamos por entrar.

Yo veía que estas cartas no nos cubrían, podían ser posibles pruebas por si mañana nos echan, para pelear una reincorporación o una indemnización. Nos echaron por ausencia, por falta al trabajo.

Pero bueno, llegó un momento que dijimos “vamos a entrar, podemos pelear de afuera, no somos un grupo tan chiquito”. Los tres en cada turno podemos hacer algo de fuerza… y decidimos entrar, como para llevar la lucha adentro. Y nos encontramos con un lavado de cabeza totalmente en contra nuestra.

G: Y hubo amenazas pesadas esta vez…

J: Contra un compañero, mientras él trabajaba se le paraban dos encargados al lado, y lo insultaban, lo denigraban, lo amenazaban. Uno de ellos incluso llegó a rozarlo con un cutter. Creo que se hizo la denuncia ante el ministerio, y dijeron que iban a mandar un inspector como para ver en qué condiciones estamos trabajando. Hasta la fecha, no llegó, y esto fue hace dos semanas.

Se corrió la bola adentro de la empresa que iba a venir un inspector, y ahí se apasiguó un poco el trato de los encargados. No era trato de amigos, pero bajaron los decibeles.

G: Sí, no habían cutters por los menos. Además uno no sabe si el encargado que mandan es para protegerlos a ustedes o para ver si están laburando al cien por ciento o no.

J: es de doble filo

G: ¿Cómo ven el rol del sindicato? Qué conclusión pueden sacar, si está apoyando, no está apoyando.

J: Cuando empezó la lucha, el sindicato estuvo muy poco, hasta que se dictó la primer conciliación, después estuvo ausente la mayor parte del período que llevamos hasta ahora…

P: …pero sabemos que los necesitamos.

J: Hasta después de la segunda represión estuvo ausente. Después hicimos contacto con delegados de otras gráficas, fuimos a explicar nuestro conflicto, y la postura que estaba adoptando el sindicato hacia nosotros. Fuimos a pedir el apoyo de varios delegados. Por suerte a los que fuimos se sumaron, y por ahí podemos apretar un poquito más en conjunto con los delegados al sindicato diciendo “loco, poné un poquito más de presencia”. Algo logramos porque por lo menos presencia tienen. Por lo menos están usando su presencia frente al ministerio. Antes a nosotros en el ministerio no nos escuchaban, nos dejaban pasar hasta la puerta nomás. Ahora estamos con audiencia tras audiencia en el ministerio con una presencia distinta. Presente está, todavía no están actuando como uno quisiera. “Confiamos” en que en algún momento se van a plantar, y van a decir “esto de los chicos es así, y así…” Hasta entonces…

Hernán: Ustedes estuvieron en algún conflicto antes, así parecido, o más chiquito?

P: No, yo estoy desde hace trece años y medio acá.

J: Todos, tanto los viejos, como los nuevos, es el primer conflicto gremial que tenemos.

P: No, no, en esta empresa nunica quiso tener una organización entonces no te dejaban afiliarte.

H: sí, contaban que en la entrevista de trabajo les dicen eso…

P: Sí, acá te decían “nada de sindicatos, y si estás afiliado tenés que desafiliarte”.

J: O hubo compañeros que cuando ni bien entraron quisieron afiliarse ellos solos, más que nada por los beneficiios, las vacaciones para los chicos. Pero no, ni por ese lado… no querían nada de organización. No te lo decían con esas palabras, pero… a buen entendedor.

H: y cuando veían que había un conflicto en otras empresas, qué les parecía?

P: Para mí, a nosotros nunca nos iba a suceder, por lo que nos decía la empresa, que eramos “una gran familia”, todos amigos...

H: ¿Y ahora qué opinan de la experiencia colectiva, de la organización entre varios compañeros, que a veces opinan distinto…?

J: Yo creo que esta experiencia, si no nos cambió la forma de pensar, sino a todos, al menos a la mayoría. Es necesaria la lucha, la organización, que ante el intento de organización se viene la represalia de la patronal la mayoría de las veces, y es o quedarte callado o pelear por lo que te corresponde.

H: ¿Y con los compañeros que vinieron de otros lados, qué les pareció su aporte?

J: Yo hace un tiempo atrás no lo hubiera hecho, no me hubiera acercado, más que nada por no saber cómo es el trato de esa situación. Pero hoy por hoy, sabiendo a qué se debe cada lucha, o por qué se lucha, me acercaría a los conflictos, creo que me acercaría a otros conflictos y está bueno la solidaridad, tanto en presencia, o como se pueda. De hecho la solidaridad (con presencia, fondos de lucha, lamercadería) fue lo que nos hizo aguantar tanto tiempo.

G: Y después ya sabemos que con el sindicato, la patronal, el estado, son tremendas dificultades que uno tiene que ir…

P: Son obstáculos que nos hacen pasar ellos mismos. Nunca pensamos que la empresa nos iba a mandar tantos policías a reprimir, y dijimos “vamos a seguir adelante”, y así los obstáculos vamos a tratar de sortearlos, lo vamos a ganar como sea, no vamos a darlo por perdido.

G: Y más allá de las dificultades “institucionales”, en lo cotidiano, cuales fueron las mayores dificultades?

J: Juega un rol muy importante el apoyo familiar. Al principio de la lucha fue, hasta que uno se va adaptando a la situación, no están en contra, pero por lo menos en mi caso trataron de convencerme que abandone, que no lo haga. Pero bueno, a medida que fui involucrándome en el tema, fui involucrando a mi familia en el tema. Y bueno, hoy por hoy lo entienden. Y recibo lo que necesito, su apoyo. También juega un rol importante la situación económica de cada familia. Y hoy entre los que estamos en la carpa tratamos de ayudar, no cubrir del todo, pero ayudar a los que tienen problemas económicamente, con el fondo de lucha, o mercadería. Y así podemos seguir subsistiendo, acá o en las casas.

Es jodido no llegar con un poquito de plata, con la comida. Eso muchas veces fue el quiebre de varios compañeros. Otra cosa que aprendimos en esto es que uno, unido con el otro, y el apoyo moral, bueno… se puede. Entonces, gracias a dios seguimos acá… es una de las tantas cosas que nos dio fuerza para seguir, en el conflicto y en la lucha.

Bocha: ¿tienen idea de los pasos inmediatos que siguen ahora?

P: Si, mañana tienen una audiencia en el ministerio, y bueno, ahí van a resolver, o van a dictar la conciliación o van a pedir que pase a nación directamente

J: Claro, porque nuestro expediente está en el Ministerio de la Pcia. El Secretario de ahí, ya la última audiencia que tuvieron les dijeron que, si los superaba la situación, lo iba a pasar a nación. O sino, estaba la posibilidad de que se dicte otra conciliación, que en un principio se quiso dictar pero era para los chicos de la segunda tanda de despedidos… eran 7. Fue rechazada por el hecho de que estamos peleando por todos. Queremos o una única conciliación tanto como para la primer y la segunda tanda o ninguna.

G: ¿Siguen firmes en ese punto? Porque me acuerdo que en el plenario del sábado pasado se estaba hablando de la posibilidad de que no firmen una conciliación para todos.

J: Lo que planteamos es todos adentro. Si quieren una negociación, bueno. No van a entrar 10 y que los 10 esos negocien por los que están afuera. Entran todos los despedidos y se negocia ahí adentro.

G: Montes de Oca dice que “no le va a soltar la mano al conflicto”. Así, ya sea la conciliación única como el pase a Nación, ¿creen que va a ser algo inmediato o que va a requerir una estrategia, fuerza?

J: No la vemos inmediata esa resolución. Esto va a seguir, porque es el arma que tienen ellos

P: El desgaste, las necesidades, la desesperación

G: Si, por eso tanta bicicleteada

J: Tanta pateada, es “¿Hoy tenemos la audiencia?”, “No, hoy no, mañana”

G: Cuartos intermedios…

J: Creo que no va a ser inmediato porque es el arma más fuerte que tienen ellos: el desgaste de los compañeros, tanto físico como psicológico. Te cansa mentalmente, te cansa el cuerpo. Dormir incómodo, el frío. Pero bueno, nosotros también seguimos en la misma postura. Vamos a luchar.

Fede: ¿Cuál es la perspectiva que tienen? ¿Se imaginan varios meses más?

P: No, un mes. En un mes estamos todos adentro y ahí van a negociar ellos. Ellos están perdiendo mucha plata, estando nosotros afuera y no pudiendo trabajar como quieren

F: Entonces sería bancar un mes y esperar que se dicte una nueva conciliación…

J: O sea, son las expectativas que tenemos en cuánto cómo vemos que está trabajando la empresa, datos que nos tiran…

F: Y más a largo plazo, en algún momento cuanto se resuelva el conflicto, ¿cómo se imaginan? ¿trabajando todos acá, o trabajando en otro lado?

P: No, trabajando todos acá.

J: Si les ganamos (yo creo que les vamos a ganar), es para dar frutos

F: Pero hay compañeros que no están tan decididos…

P: Si, en un momento querían irse, pero dijeron que si entraban se quedaban y seguían luchando desde adentro.

F: Y se imaginan seguir organizándose desde adentro…

J: Tener el taller organizado

G: Al ver que la verde se queda bastante en el molde, hay que presionar para que el sindicato se mueva y demás, ¿ven la posibilidad de vincularse con otras comisiones internas, con otros talleres, para formar una oposición? Más allá de la lista naranja, que hoy por hoy realiza sus aportes… ¿tienen una perspectiva sindical más allá de la planta?

J: No, por lo menos por ahora no. Se habló pero como tema nomás. Nosotros tenemos la mentalidad puesta en este conflicto. Por ahora no manejamos ninguna posibilidad de empezar otra cosa. Si tenemos en mente organizar el taller. Una vez que lleguemos a eso, veremos qué pasa.

G: Si, cada cosa a su tiempo

J: Vamos por partes, como diría Jack, el Destripador

H: Paso a paso, como mostaza… ¿Y después del plenario del otro día, cómo quedó la relación? ¿Hablaron algo con los compañeros?

J: Por lo que dijeron, el plenario estuvo picante pero creo que no fue motivo como para que se abran o como para que otras gráficas dijeran “esto es un quilombo, nos vamos”. El apoyo todavía lo tenemos…

G: Claro, pero no salió ninguna medida propia del gremio. Esa era una punta interesante a laburar, ver si se podía boicotear la producción, mover más contactos, meterle más presión al sindicato…

P: Si, pero viste que siempre lista verde y lista naranja es conflicto. Es o una u otra. No es que vienen las dos juntas y dicen “Vamos a unirnos por este conflicto”

G: ¿Y ustedes empezaron a tene más inquietudes políticas a partir de su conflicto?

P: Por ahí estamos tan metidos en todo esto que no tenemos tiempo de pensar tanto. Estamos muy metidos con los de FP, cómo resolverlo, qué hacer.

G: Claro, tal vez enmarcarlo más en una cuestión general, de conflictos globales. Ustedes tienen un proceso de lucha interesante que estaría bueno trasmitirlo a otros compañeros.

P: más adelante, quién te dice…

Bocha: Lo interesante de esta entrevista es que compañeros que no tienen ninguna vinculación con partidos políticos sepan qué es lo que pasó, y no que se lea lo que los partidos quieren

G: Más allá de que el conflicto no se resuelva al 100%, es importante el proceso y la experiencia ganada. A veces es muy grande el aparato al que uno se tiene que enfrentar y la correlación de fuerzas no da

J: Si, porque si te enfrentás a la empresa te enfrentás al sindicato, la fuerza policial y al mismo gobierno.

B: El promedio de la edad de la gente que trabaja en FP, son todos muy jóvenes, ¿no?

P: Si, de 20 a 36

F: ¿Eso es porque la patronal lo prefieren jóvenes?

P: Si, por la falta de experiencia

B: no de casualidad, es una política de la patronal. La falta de experiencia de la organización

J: En si cuando entramos todos, entramos calladitos, y eso es por la inexperiencia. Cuando entré fue con la cabeza gacha, a aprender el oficio y aguantar los costos del aprendizaje. Pero llega un momento en el que tenés que hacer valer tu trabajo.

B: El derecho de piso

J: Si, el famoso derecho de piso. Pero después de tres año, tener la misma categoría es un abuso.

G: ¿A vos nunca te habían subido la categoría?

J: Y a mi en lo que va de los 3 años que llevo me subieron 2 veces. Cuando llegó la máquina más moderna en 2007 ya estaba de 1er ayudante. Una máquina de 5 cuerpos que tiene que tener dos ayudantes mínimos, yo era el único. Cuando llegó la otra máquina, en 2008, más grande, de mayor velocidad, también me pusieron ahí, con la misma categoría que antes. Y ahí estuve como 1 año y medio, hasta hace poco. Ahora estoy barriendo pisos (risas). Ahora, por ejemplo, la primer semana que entré era “Ordená acá, ordená allá”, la mitad de la segunda semana era dar una mano en el otro sector que es encuadernación (yo estoy en impresión). Lo más cerca que paso de la máquina es cuando ficho. Los tres de impresión estamos igual, dando una mano en encuadernación, porque las dos máquinas más nuevas están trabajando y las otras por falta de personal no. Las que trabajan están con un ayudante cada una, siendo que las dos son de 5 cuerpos, tienen velocidad y al menos dos ayudantes necesitan. La más chica trabaja con un maquinista y un ayudante, y la más grande con dos ayudantes, pero uno haciendo el trabajo de maquinista. Y el otro retorciéndose por toda la máquina, cargando papel, corriendo a cargar tinta…

G: Y a los que están en un mismo turno los tienen bien separados, ¿no?

J: Estamos los tres en el mismo turno, pero nos tienen bien separados. Y los los otros tres están en encuadernación y también están separados.

G: ¿Y están tercerizando mucho?

J: Si, aparentemente si. Igual no quita que tienen mucho trabajo. Ahora están haciendo la instalación de una nueva máquina, una digital. Si te digo el costo te miento, pero no sale un vuelto. Y ahora ya están terminando detalles eléctricos para ponerla a trabajar

B: Eso desmiente que están en crisis

J: Totalmente

G: En el caso particular de Chilavert, tenían mucho apoyo del barrio. Lo mismo en Bruckman

J: Acá se complica mucho por ser un barrio en donde son todas fábricas. Recibimos apoyo del barrio, pero al estar metido en zona de fábricas se complica. La policía fue a apretar a las fábricas de alrededor. La fábrica que está al lado nos pasaba maderas, pero se los prohibieron. Les prohibieron hasta sacarla a la calle. Con el barrio estamos medio aislados. Igual salimos a volantear, a explicar por el barrio el conflicto. Es chico el apoyo que tenemos

H: Tenemos una compañera que trabaja de maestra en una escuela de la zona. Si bien ahora están de vacaciones, se podría hacer algo más adelante. Comentarles a los nenes y a los padres

J y P: Si

G: Y ahora que están de vacaciones los chicos, no un día como hoy que está feo, pero otro días, ¿vienen las familias de ustedes?

P: Lo que pasa es que los días de semana es medio complicado traer a la familia. Más los días del fin de semana. En la semana son los compañeros los que van a sus casas a estar con sus chicos. Y más con esto de la gripe, que tratan de cuidarlos más. Los que tienen familia, dos veces por semana se van seguro a sus casas.

J: Vamos y recargamos nuestras baterías, como se dice. Ahora por el frío se complica mucho, pero hasta no hace tanto organizábamos carriladas, para vincularnos con las familias de los otros

B: Hasta un pelotero, dos peloteros había

J: Si, los traje yo, jaja. Sobre todo el frío y la gripe. Agarra miedito.

G: Jonnhy, ¿Por dónde vivís?

J: Por Lomas de Zamora

G: ¡Ah, cerca de lo de Pichi ¡

J: Si. Somos casi vecinos

G: ¿Y tenés hijos?

J: Si, un nene

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